Texto: Lucas F. Quispe
Quizás
resulte extraño titular un texto de esta forma, pero realmente es la sensación que
tengo, creo poco importa el usuario de un transporte publico que siempre
termina siendo el rehén, de una medida de fuerza sindical, del trabajo a
reglamento, de los cronogramas reducidos, del escaso mantenimiento, etc…
Por
motivos personales me he convertido en un usuario a diario del transporte
publico y por ende me toco sufrir todos los motivos que enumere en líneas
anteriores, pero creo que lo mas grave es que somos victimas de la ausencia de
una verdadera política de transporte, la realidad nos demuestra que hay mucha improvisación
y mas preocupación en intereses propios de los partidos políticos o de
dirigentes que en preocuparse por prestar un buen servicio publico, una muestra
de esto es el conflicto entre Nación y Ciudad por el manejo de la red de subterráneos.
Recordemos
hace unos años, que se le quito la concesión del Ferrocarril Roca a Metropolitano debido a múltiples
incumplimientos y a la calidad desastrosa del servicio que prestaba, para tomar
el lugar de esta empresa, entro en escena la UGOFE (Unidad de Gestión Operativa
Ferroviaria de Emergencia S.A.), y el tiempo demostró que se podía mejorar, se
renovaron vías y durmientes, se invirtió en mejorar la infraestructura, se
remodelaron las formaciones y la calidad del servicio mejoro considerablemente
junto con el cumplimiento de horarios, parecía que de una vez por todas los
usuarios iban a poder disfrutar de un buen servicio. Lamentablemente esta situación
duro solo un tiempo y es evidente como se ha descuidado el servicio; Las
formaciones están cada vez mas deterioradas, tanto en el exterior como en el
interior, el cumplimiento de horarios ya no es cosa de todos los días. La
anunciada obra de electrificación de las vías 1 y 2 entre Plaza Constitución y
Temperley, se encuentra detenida y para peor en horario nocturno sigue vigente
el cronograma de emergencia que se impuso por esta obra que ni siquiera es
cumplido.
El
confort prácticamente no existe en el ámbito ferroviario, las formaciones
perdieron los sanitarios, se reemplazaron los asientos acolchados por asientos plásticos,
aunque esto ultimo supone una mejora a los asientos antivandalicos (de chapa) que
instalo Metropolitano, se anularon los respiraderos de los coches Materfer, sin
importar de que el pasajero puede sufrir calor en verano; La limpieza brilla
por su ausencia en las formaciones, muchas de las cuales exponen sus grafitis tanto
en el exterior como en el interior de las mismas.
La
pregunta que surge es: ¿Qué tiene que pasar para que el servicio mejore? Ya tuvimos
una tragedia en Once, ¿hay que esperar otra?
Ojala
los gobernantes se den cuenta de la necesidad de encarar una política de
transporte a nivel nacional y dejar de lado la improvisación y los propios
intereses, son mas importantes los intereses de la sociedad, porque al fin y al
cabo, lamentablemente las victimas siempre somos los pasajeros.